"LO ÚNICO QUE HA CRECIDO EN BOLIVIA ES LA PRODUCCIÓN DE COCA"




La Opinión Digital - 26 Sep 2007

Pese a la retórica populista incansable del Presidente boliviano Evo Morales, la realidad de los hechos ha comenzado a pasarle la factura a su gobierno.
Últimamente se ha conformado un panorama nada alentador para la economía de Bolivia.
El gobierno admitió esta semana que el Producto Interno Bruto aumentó menos de un 3% en el primer semestre, en contraste con el 4.5% registrado en igual período de 2006, debido entre otros factores a la ausencia de inversiones en la producción de gas, nacionalizada en 2006.
Esta producción sigue disminuyendo y ronda ya los 41 millones de metros cúbicos diarios, cuando el país necesita no menos de 74 millones de metros cúbicos para cubrir sus compromisos con Brasil y Argentina.
A esto se suma un descenso espectacular en el primer semestre de un 19.3% en la producción de plata, un 16.5% en el estaño y un 13.3% en el oro, los tres principales rubros mineros de la nación.
Por otra parte, las exportaciones bolivianas se redujeron en un 13.7% en los primeros ocho meses del año, según datos oficiales, y el superávit comercial cayó de 901.8 millones de dólares entre enero y agosto de 2006, a 778 millones en 2007.
Los exportadores bolivianos se han declarado "en emergencia" desde el 16 de septiembre por la pérdida de competitividad de sus productos causada por la inflación, que en ocho meses ya ha acumulado el 8%.
Como música de fondo se esparcen las protestas de todo tipo, que incluyen tomas de tierras e instalaciones, con saldo de heridos, destrozos materiales y la interrupción de vías de comunicación.
En realidad, lo único que crece en Bolivia son los precios al consumidor y la producción de coca, que se escurre hacia Brasil y demás países vecinos como materia prima de la cocaína.
Una ley aún vigente fija un máximo de 12 mil hectáreas de hoja de coca en el país, pero resulta que hay sembradas 28,500 hectáreas y el gobierno quiere cambiar la ley para que el límite sean 20 mil hectáreas. No es casual que Evo Morales siga siendo todavía el líder de los cocaleros de El Chapare.
Mientras, en 13 meses los debates para redactar una nueva Constitución no han generado un solo artículo, y el partido de gobierno insiste en modificar la Carta Magna para que Evo Morales sea reelegido indefinidamente, tal y como quiere hacer su amigo y mentor Hugo Chávez en Venezuela.
En fin, el nacionalismo, el fanatismo antiestadounidense y la falta de pragmatismo de Morales comienzan ya a dañar la economía de Bolivia, uno de los países más pobres de Latinoamérica. El líder cocalero no acaba de comprender que vivimos en el siglo XXI.