NARCOTRÁFICO Y ECOCIDIO

Coca: más cultivos en zonas protegidas complican al país

Los Tiempos - 8 Sep 2007
La producción de coca en el país se ha extendido en zonas vírgenes como lo son las reservas naturales. En 2006, el 28 por ciento del cultivo de coca se encontraba en los parques Madidi, Isiboro Sécure y Carrasco, aunque la Ley 1008 sólo contemplaba como una excepción algunos asentamientos antiguos en el Isiboro Sécure. No obstante, hay señales de que los cultivos en zonas protegidas han continuado avanzando incluso hasta la parte norte del Parque Amboró, donde hasta el año pasado no se habían reportado cocales.

Los guardaparques fueron los primeros en dar el llamado de alerta para que se investigue. Luego, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, admitió la existencia de plantaciones de coca en Yapacaní y en Choré, donde dijo que de enero al 7 de septiembre se han erradicado 93 hectáreas.

“En las áreas protegidas no hay negociación, porque la Ley 1008 no las contempla como zonas aptas para este tipo de producción. Estamos redoblando esfuerzos en esas áreas”, dijo Cáceres. Si una persona persiste en esa actividad puede ser expulsada del municipio o de la comunidad.

De acuerdo con el monitoreo de cultivos de las Naciones Unidas, las plantaciones en parques crecieron un 18 por ciento en 2006 y esto se convirtió en un motivo más para que la atención internacional se centrara en la política antidrogas del Gobierno boliviano.

El director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, ratificó que las autoridades bolivianas necesitan reconfirmar al mundo que el apoyo de esta gestión gubernamental a los productores de coca no va a conducir a un incremento en la producción de cocaína.

Según el secretario general de la Federación del Trópico de Cochabamba, Julio Salazar, desde 2006 se realiza una tarea conjunta con el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) para erradicar plantaciones y evitar que se abran nuevas sendas en los parques. Además, tienen el compromiso de disminuir de 25.000 hectáreas que hay en Chapare, a 8.000.

El presidente de la Asociación de Productores de Coca de Yungas, Eulogio Condori, también confía en el consenso entre sus afiliados y asegura que no tienen más de las 12.000 autorizadas.

Sin embargo, el Informe Mundial de Drogas, el monitoreo de cultivos de Bolivia y el informe que el Gobierno estadounidense presentó al Congreso de ese país en marzo, dan cuenta de que la erradicación en estas reservas es lenta. La intervención inicialmente hizo que disminuyera la cantidad de sembradíos, pero ésta nuevamente creció, pese a que los colonizadores aseguran que se frenaron los asentamientos.

El último Informe Mundial de Drogas de las Naciones Unidas señala que la mayor parte de la cocaína que se consume en el mundo se obtiene de la hoja de coca cultivada en Colombia, Perú y Bolivia.

El jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, aseguró conocer que este mes las Naciones Unidas emitirá un informe sobre el aumento del cultivo de coca y del narcotráfico en Bolivia. “Hay un incremento impulsivo del narcotráfico en el país, y eso es evidente en la economía, en la acción de la Policía especializada y en los decomisos, que han crecido sin un cambio en la forma de operar de la Felcc”, aseguró.

Piden control estricto

Entre 2000 y 2006 la superficie mundial de este cultivo disminuyó un 29 por ciento, debido a la reducción colombiana, pero las plantaciones crecieron en territorio peruano y boliviano.

El informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos de Estados Unidos, en lo que se refiere a Bolivia, considera un dato importante que el presidente Evo Morales siga siendo el principal dirigente de las seis federaciones que hay en Chapare y que a finales del año pasado el mandatario boliviano anunciara su plan de industrializar la hoja de coca y su intención de aumentar la cantidad de hectáreas permitidas para el cultivo de coca legal. Se cree que esa postura es contraria a la Convención Única de las Naciones Unidas de 1961. Detalla que si bien se cumplió con la meta de eliminar 5.000 hectáreas de coca excedente, el registro de 2006 fue el más bajo de los últimos 10 años.

El Gobierno estadounidense, en su informe de marzo, manifestó su intención de continuar apoyando las tareas de erradicación y de desarrollo, pero también dejó claro que alentará al Gobierno boliviano a ejercer un control más estricto sobre la coca ilícita.

CONSPIRACIÓN

Para David Herrera, consejero departamental de la provincia Chapare, al igual que para muchos dirigentes cocaleros, los informes de las Naciones Unidas y de Estados Unidos apenas buscan desestabilizar el Gobierno de Evo Morales.

Herrera resaltó que existe consenso para seguir una política de reducción voluntaria de la coca excedente y que esas cifras son exageradas para mellar la dignidad de los productores. Por lo demás, cuestiona la cooperación estadounidense. “La ayuda debe ser clara y no para que a nombre del desarrollo alternativo apoyen a ONG y a empresarios”.

El senador de Podemos Óscar Ortiz no duda que hay complicidad del Gobierno con la proliferación del cultivo de coca. “Todos sabemos que la coca de Chapare se dedica íntegramente a la cocaína”.